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Lábrea no olvida a la hermana Cleusa en el 33er aniversario de su martirio

El obispo agustino recoleto de Lábrea, Mons. Santiago Sánchez, presidió la marcha de oración desde la Catedral de la prelatura hasta la Iglesia donde descansan los restos de la Hermana Cleusa. El pueblo labreense pide mantener viva la memoria de la misionera agustina recoleta por los indígenas, menores y ancianos que siguen siendo tratados injustamente

Han pasado 33 años del 28 de abril de 1984. Sin embargo, la memoria y las reivindicaciones de la Hermana Cleusa Carolina Rody Coelho -misionera agustina recoleta- siguen estando intactas más de tres décadas después de su martirio. La Prelatura de Lábrea celebró el pasado sábado el aniversario de su asesinato insistiendo en mantener vivo su recuerdo, pues las injusticias continúan ocurriendo en esta zona de Brasil. Las distintas celebraciones que se sucedieron destacaron su sí generoso a Dios, sus virtudes de santidad y su martirio. Esto último está siendo investigado por la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede.

La acto central del 33er aniversario de la muerte de la misionera agustina recoleta fue la caminata de oración que, como viene siendo habitual, celebra la Prelatura desde la Catedral hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, donde descansan los restos de la Hermana Cleusa. Durante la marcha, decenas de personas reflexionaron en torno al tema de oración : «Felices los que promueven la paz» (Mt 5,9). Varias personas llevaron a hombros una barca -donde fue asesinada- con una imagen de Cleusa.

Se destacaron durante la reflexión «datos relevantes de la violencia en Brasil y hechos de la vida de Cleusa que ayudan a superar la violencia a partir de su ejemplo de mujer pacificadora», según recogen los medios oficiales de la Prelatura de Lábrea. La Hna. Eremita Brites, misionera agustina recoleta, dio la bienvenida a todos los asistentes en la Catedral, pidiendo celebrar «el martirio de la Hermana Cleusa como forma de no acallar la lucha en favor de la vida, la justicia y la paz».

La caminata concluyó frente a su sepultura. El obispo agustino recoleto de Lábrea, Mons. Santiago Sánchez, presidió la eucaristía, acto principal de la jornada de recuerdo y celebración. Santiago Sánchez resaltó que la Hermana Cleusa «nos enseñó a amar a todos como hermanos y luchar contra las injusticias y todas las formas de violencia».

Emotivo fue el momento en que el prelado de Lábrea despidió a la misionera agustina recoleta Jacira Bering, quien dejará próximamente la misión. Bering expresó emocionada que Lábrea y sobre todo el testimonio de fe de la Hermana Cleusa fueron decisivos en su vocación y en la respuesta que dio a los proyectos de Dios.

El presidente de la Comisión Misionera Parroquial (COMIPA) de Lábrea, Marcelo Viana, destacó que «muchas personas admiran a Cleusa por su testimonio de fe hasta dar su vida; la respetan como mujer activista bandera de lucha en favor de los más pobres y marginados; la veneran como santa por su testimonio y virtudes de santidad y piden su intercesión». «No podemos dejar que se apague su memoria una vez que su sangre fue derramada; debemos continuar clamando por la paz y la justicia cuando los indígenas sufren la omisión de los poderes públicos, los niños siguen siendo abusados y los ancianos siguen siendo maltratados».

En los días previos, en todas las parroquias de Lábrea se realizó el triduo de preparación para la fiesta con el objetivo de que el testimonio de la mártir no se pierda. Asimismo, en los programas de radio se emitieron temas de reflexión y recuerdo de la vida de Cleusa.

 

“Recorrer los caminos de la hermana Cleusa fue una experiencia emocionante”