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El presunto milagro de Benito por la intercesión de la Madre Antonia de Jesús

La Santa Sede estudia ya un presunto milagro por la intercesión de la Madre Antonia de Jesús que tuvo lugar en Cádiz. El proceso diocesano se cerró el pasado 20 de septiembre con los testimonios de la persona sobre la que se pudo obrar el milagro, testigos y los médicos que le atendieron

Benito Zájara nació en Chiclana de la Frontera, una localidad situada al sur de España, en la provincia de Cádiz. A esta localidad llegaron en 1666 las Monjas Agustinas Recoletas. Era seis las religiosas que terminaron el viaje que comenzaron en Granada para llevar a cabo la nueva fundación de la recolección agustiniana. Al frente de este grupo se encontraba la Madre Antonia de Jesús, fundadora además de los conventos de Granada y Medina Sidonia.

Este «chiclanero» -como se les conoce a los oriundos de Chiclana- trabajó durante muchos años en los astilleros de Puerto Real, uno de los principales núcleos de construcción de barcos de España. La prolongada exposición al amianto que tuvo que sufrir durante sus años en los astilleros fue, según los médicos, la principal causa del cáncer de pulmón que en 2004 le diagnosticaron. Fue entonces cuando Benito Zájara, toda su familia y la comunidad de Monjas Agustinas Recoletas del monasterio Jesús Nazareno de Chiclana de la Frontera se encomendaron a la Madre Antonia de Jesús para que intercediera ante Dios por su curación. Unos meses más tarde, en 2005, los análisis médicos que le realizaron al paciente antes de iniciar un tratamiento contra el tumor revelaron que el cáncer había desaparecido.

Benito fue curado milagrosamente, un suceso al que los médicos no encontraron explicación. Desde entonces, los exámenes médicos periódicos que le han sido realizados hasta la fecha no han descubierto rastro que en su día padeció y por el que pidió a la Sierva de Dios, figura importante de la Recolección en España.

Las Monjas Agustinas Recoletas y la Orden de Agustinos Recoletos han esperado el tiempo prudencial que recomienda la Congregación para las Causas de los Santos antes de iniciar el proceso diocesano ante la existencia de un presunto milagro. El pasado 20 de septiembre se cerró este proceso en el obispado de Cádiz y Ceuta después de cinco meses de estudio y análisis. Desde abril a septiembre de 2018, el proceso ha seguido las normas de la Santa Sede, recogiendo las declaraciones de varios testigos, entre ellos la persona sobre la que supuestamente se hizo el milagro y los médicos que le trataron.

El sencillo acto de clausura contó con la presencia del obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza; los miembros del tribunal diocesano que han realizado las investigaciones; el Postulador ante la Santa Sede para la Causa de los Santos de la Orden de Agustinos Recoletos, Gabriel Robles; Benito Zájara y su esposa; así como cuatro monjas agustinas recoletas de las comunidades de Chiclana de la Frontera y Medina Sidonia.

El agustino recoleto Gabriel Robles será el encargado de llevar y entregar en la Santa Sede las dos copias auténticas de las actas del proceso diocesano ante la Congregación para las Causas de los Santos, que ahora investigará este hecho y decidirá si se trata de un milagro de la Madre Antonia de Jesús.