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Los agustinos recoletos participan en la bienvenida al Papa

En Manila

Desde el momento de su llegada de Sri Lanka, muchos recoletos se hallaban entre la multitud que lo aclamaba. Uno de ellos, después de varias horas de espera en la avenida que lleva a la nunciatura, lo confesaba: “Ha sido una experiencia que caldea el corazón”. Miles y miles de personas de toda extracción social se habían reunido para dar la bienvenida al Papa. Hasta los niños pequeños estaban ansiosos por entrever al Lolo Kiko, al “abuelo Francisco”. Y todos cantaban una y otra vez: “Papa Francisco, te queremos”.

Durante la visita papal al palacio presidencial de Malacañán, todo un contingente de estudiantes y feligreses del Colegio y la Basílica de San Sebastián (Manila) tomó parte en el servicio de orden que vallaba el camino del Pontífice. Se pudieron apreciar, incluso por televisión, las banderas que ondeaban los estudiantes de San Sebastián, con sus característicos colores rojo y gualda.

El día 16, Francisco celebró en la catedral de Manila una eucaristía con los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas. Dos de los diáconos eran agustinos recoletos. Y, entre los varios religiosos mayores y enfermos colocados en primera fila, se encontraban tres hermanas agustinas recoletas, de las cuales dos habían sido superioras generales: las madres Eufemia Lauzón y Emilia Gaspillo. Las tres recibieron el saludo del Papa durante el rito de la paz.

La experiencia de Tacloban

Objetivo principal de la visita del Santo Padre a Filipinas era estar al lado de las víctimas del tifón Haiyán, que azotó el Archipiélago en noviembre de 2013. Por eso se desplazó el día 17 hasta la isla de Leyte y a su capital, Tacloban, la ciudad que entonces quedó literalmente arrasada. También allí estaban algunas de las hermanas del colegio de Alangalang, único ministerio recoleto de la isla. E, incluso, un religioso de la Orden pudo concelebrar en la eucaristía en la que Francisco se esforzó por consolar a los damnificados e infundirles esperanza.

Clausura, en Manila

Las actividades que han cerrado la visita del Papa a Filipinas han tenido lugar, el día 19, en la Universidad de Santo Tomás de Aquino, de Manila, y, muy especialmente, en el parque de la Luneta, donde estaba programada la misa de clausura. En Santo Tomás se han tenido dos celebraciones: una concentración de jóvenes, y una reunión con los líderes religiosos de diferentes denominaciones y religiones. En la primera, la Orden ha estado representada por una decena de religiosos, que acompañaban a un grupo de unos 40 estudiantes del Colegio de San Sebastián-Recoletos de Cavite.

Y en la celebración eucarística del parque de Rizal o Luneta, que ha puesto el broche de oro a esta visita papal, son muchos los religiosos agustinos recoletos que han acompañado a los millones de fieles asistentes. Entre ellos se encontraban tanto los formadores como los formandos de las tres casas de formación de la Orden: el Seminario Menor Casiciaco de Baguio, con sus 70 seminaristas; el noviciado San Ezequiel Moreno de Antipolo; y, en fin, todos los profesos del Centro de Formación Recoletos de Mira Nila, en Quezon City.