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El Papa califica las redes sociales como nuevos espacios para la evangelización en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Como es tradición, el día 24 de enero, coincidiendo con la fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas, se dio a conocer el mensaje pontificio para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. La Jornada se celebra el domingo día 12 de mayo, cuando ocupa la sede de Pedro el papa Francisco; pero el mensaje lo firmaba Benedicto XVI dos semanas y media antes de su renuncia.

Nueva ágora

El tema sobre el cual reflexiona el Papa este año son las redes sociales, que presenta como “portales de verdad y de fe” y “nuevos espacios para la evangelización”, ya que “están contribuyendo a que surja una nueva ‘ágora’, una plaza pública y abierta en la que las personas comparten ideas, informaciones, opiniones”. Y no sólo se intercambian noticias e informaciones; también “nacen nuevas relaciones y formas de comunidad”. Al final, son las propias personas “el objeto de la comunicación”.

Desafío para hablar de verdad y valores

Al tocar tan directamente las fibras más sensibles de la persona, las redes suponen un desafío y un compromiso: “un desafío para quienes desean hablar de verdad y de valores”, no resignándose a la banalidad, sino planteando las “aspiraciones radicadas en el corazón del hombre”.

El compromiso se les pide a “todos aquellos que son conscientes del valor del diálogo, del debate razonado, de la argumentación lógica”. No sólo, se entiende, para exponer las propias riquezas. El compromiso es mucho más exigente, hermoso y prometedor: “es preciso lograr que las personas no sólo acepten la existencia de la cultura del otro, sino que aspiren también a enriquecerse con ella y a ofrecerle lo que se tiene de bueno, de verdadero y de bello»

Compartir la esperanza

En el fondo, desafío y compromiso se cifran en el compartir. En las redes, el creyente comparte ante todo, “la fuente profunda de su esperanza y de su alegría”. Esto lo hace no sólo con la expresión explícita de su fe, sino también con su testimonio. Y concreta el papa Benedicto: “Una forma especialmente significativa de dar testimonio es la voluntad de donarse a los demás mediante la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana”.

Este compartir no tiene por qué terminar en la red. “De hecho, muchas personas están descubriendo, precisamente gracias a un contacto que comenzó en la red, la importancia del encuentro directo”. Con esta posibilidad hay que contar, e incluso proponerla abiertamente: “Tratando de hacer presente el Evangelio en el ambiente digital, podemos invitar a las personas a vivir encuentros de oración o celebraciones litúrgicas en lugares concretos como iglesias o capillas”.