Sal 85: Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.

Is 58, 9b-14: Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo, brillará tu luz en las tinieblas.

Lc 5, 27-32: No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.

Comentarios de san Agustín a las lecturas

Sábado después de Ceniza