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La Hermana Marelis, reelegida Superiora General: “Las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús debemos ser signo de esperanza y acogida”

Pregunta.- ¿Qué ha supuesto para usted ser reelegida?

Respuesta. Asumir con fe el proyecto de Dios en mi vida y la congregación. Dios ha puesto su confianza en mí y quiere deje sea él quien obre como quiere y cuando quiere según sus designios de amor con nuestra familia religiosa. Supone estar abierta a sus inspiraciones para que nuestra congregación siga siendo fermento, sal y luz en medio de tanto desaliento, infelicidad y tinieblas que vive el mundo de hoy, para que continuemos respondiendo al clamor de Dios entre los pobres y más necesitados de nuestro tiempo.

P.- El XI Capítulo General Ordinario que acaban de terminar en Los Teques, Estado Miranda, tenía como lema: “Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando” (Is. 43,19) ¿Qué destacaría del mensaje de este capítulo?

R.- Ciertamente el lema marcó todo el itinerario de preparación de nuestro XI Capítulo General el cual procuramos vivir con entusiasmo, ardor y esperanza; con entrega generosa y abierta, Desde este eje central que nos ofrece el profeta Isaías, llegamos a la apertura oficial de este nuevo pentecostés para nuestra familia religiosa. En este clima de disposición por parte de la asamblea capitular, nos entregamos al desarrollo del mismo desde la convicción que la fuerza envolvente de Dios nos estaba guiando llenándolo de sus frutos y potenciando su germinación, que sabemos ya está creciendo y floreciendo. Abrirnos a esta Verdad, siempre antigua y siempre nueva, como dice nuestro Padre San Agustín, nos dispone a mirar con esperanza el futuro que colocamos en las manos de Dios, para que en todo momento actuemos según su corazón, asumiendo lo que tiene que ser transformado, a la luz de nuestra situación actual, de los retos de la iglesia hoy, que requieren de reflexión y diálogo; de actitudes que generen luz y vitalidad, para continuar recreando nuestro carisma congregacional.

Misión con niñas, adolescentes y ancianos

P.- ¿Qué nos puede decir de las casas hogares que atienden?

R.- Atendemos casas Hogares para niñas y adolescentes y para ancianas y ancianos. En el caso de las casas para niñas y adolescentes, nuestras Casas Hogares quieren ser un sitio de verdadera acogida, donde las niñas y adolescentes que residen en ella, reciban formación integral que les permita desarrollar su personalidad y el logro de una persona sana, culta, crítica y apta para convivir en una sociedad, capaz de participar activa, consciente y solidariamente en su formación resaltando los valores que toda joven católica debe practicar.

La finalidad es ser fiel al carisma inspirado por Dios a nuestros fundadores, y de orientar a todas las personas que se unen a nuestra causa para que actúen con “ternura y eficacia”, en base a la comunicación personal y sana afectividad, como en una familia donde deben ejercitar el rol de padre y madre.

El proyecto busca mantener y actualizar el estilo propio de formación en nuestras casas hogares, a fin de salvaguardar nuestras raíces y testimoniar la fidelidad de Dios en nuestra misión, aspirando a realizar el sueño de santidad acariciado por nuestros fundadores: Mons. López Aveledo y la beata María de San José; un sueño que produzca frutos de humanización en el lugar que vivimos y en este tiempo de globalización; una nueva solidaridad capaz de promover una cultura de paz.

Con respecto a las Casas Hogares para ancianas y ancianos, estas representan el eje central en torno al cual se mueve nuestra misión: ser centros de salud a favor del adulto mayor; abriendo nuestros ojos y reconocer a Jesús en los excluidos de nuestra sociedad y ser para ellos consuelo en su dolor, apoyo en sus caídas, escucha en su soledad, ayuda en la enfermedad, atención en su discapacidad y signos de esperanza ante el progresivo e inevitable deterioro de su condición física.

Siendo a su vez, mujeres consagradas que seguimos a Jesucristo, nos sentimos por eso responsables de la construcción del Reino, y dispuestas a aportar nuestro esfuerzo, trabajo, servicio, sacrificio y entrega para hacerlo vida en medio de los ancianos y ancianas más desfavorecidos de nuestra sociedad. Allí, donde hay un anciano(a) abandonado(a) hay una agustina recoleta dispuesta a entregar su vida al servicio, porque hacemos nuestro el sentir de nuestra madre fundadora, cuando expresa: “Los desechados de todos, los que nadie quiere recibir; ésos son los nuestros”.

Comunidad y testimonio de vida

P.- ¿En qué consiste COFRAMM?

R.- Es una comunidad de laicos que desean llegar a ser una familia espiritual unida por los lazos de la fraternidad, que asumiendo el compromiso de la vida cristiana, puedan ayudar en la construcción del Reino de Dios promoviendo los valores del evangelio y haciendo vida la espiritualidad de la congregación de las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, a través de su testimonio de vida.

El fin de esta comunidad es alcanzar la unión de almas y corazones orientados hacia Dios, integrando lo espiritual y humano y obedeciendo a la voz de Dios que nos dice: “Sed santos porque yo soy santo” (1P.1,16.), como una forma de vida.

Madre María, primera beata venezolana

P.- La madre María de San José fue la primera beata venezolana. ¿Se le tiene mucha devoción? ¿Qué falta para canonizarla?

R.- Gracias a Dios el Santuario Madre María de San José se ha convertido en un centro que podemos llamarlo de espiritualidad, ya que luego de la beatificación, nuestro pueblo venezolano y gente más allá de otras latitudes, continúan su peregrinaje a visitarla, orar a Dios a través de ella y pedirle interceda por sus necesidades, solicitando al mismo tiempo, les sea concedido favores por su mediación. Para canonizarla, según las exigencias de la iglesia, falta otro milagro.

P.- ¿Qué puede aportar la Congregación a la sociedad venezolana hoy?

R.- El testimonio alegre, callado y sacrificado de cada Agustina Recoleta del Corazón de Jesús entre los pobres, los menos desfavorecidos de nuestra historia concreta. Ser signo de esperanza, de acogida. Abrir espacios amplios para el bien común en medio de una sociedad hedonista e individualista. Ser anunciadoras de los valores del Reino.

Perfil de la madre Marelis

Datos personales:

• Nacimiento: 09/03/1964

• Primera profesión: 28/08/1986

• Profesión perpetua: 13/09/1992

• Estudios: Bachiller docente, mención primaria

• Lic. En Educación Integral.

Destinos:

• Los Teques, Estado Miranda, como Docente de Aula

• Maracay, Estado Aragua, como Docente de Aula

• Barquisimeto, Estado Lara, como Coordinadora de Educación Primaria

• Caracas Dtto. Capital, superiora de la comunidad religiosa y directora del colegio La Divina Pastora.

• Los Teques, Miranda, con funciones de maestra de novicias.

• Los Teques, Miranda: superiora general sexenio 2008 – 2014.

Familia Agustino Recoleta

La Congregación de las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús fue fundada en Maracay, Venezuela, por Mons. Justo Vicente López (1863-1917) llamado el “apóstol de la caridad” y la Beata María de San José (1875-1967), primera beata venezolana. La Madre Fundadora, solía repetir a sus religiosas: «Los desechados de todos, los que nadie quiere recibir, ésos son los nuestros». La espiritualidad de la Congregación se fundamenta en la caridad evangélica y la vivencia eucarística, con todo lo que ello significa en relación a Dios, al prójimo y a la misión. Las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús forman parte de la Familia Agustino Recoleta.