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Víctor González: “Nuestra labor de acompañamiento y escucha en la Ciudad de los Niños es inmensa”

Actualmente, la comunidad de religiosos agustinos recoletos está constituida por seis miembros que comparten la misión educativa con formadores y formadoras a los que los jóvenes llaman cariñosamente “don” y “doña”. Estos laicos viven en los albergues y residencias estudiantiles. En el área de colegio también hay 37 profesores externos. Con ocasión del inicio del nuevo curso (21 de febrero) la web oficial de la Orden aprovechó para entrevistar a su director, Víctor González.

P.- ¿Qué jóvenes pueden ingresar en la Ciudad de los Niños?
R.- El perfil del joven que desea ingresar a la CDN es muy amplio, podríamos decir que hablamos de muchachos de 12 años hasta los 18, varones, con vulnerabilidad social, pobreza extrema, colegio a larga distancia, de preferencia de zona rural o suburbana con deseos de superación, inquietos, con ganas de aprender un oficio técnico, buscadores de auténticos valores, con principios de convivencia y hábitos de trabajo, que quieran cultivar los principios y el aprecio a Dios como creador de todo, y por lo tanto que valoren y protejan la naturaleza.

P.- ¿Qué ideales inspiran la formación humana y cómo se realiza?
R.- Los ideales que inspiran la formación humana en la CDN buscan que sea integral: académica, religiosa, psicosocial, técnica y espiritual; y se realiza desde la pedagogía agustiniana y la metodología de “aprender haciendo” que promueve el autodescubrimiento de valores, destrezas, actitudes y habilidades.



No nos limitamos a las clases de religión y ética dentro de las aulas. Intentamos también desarrollar esa dimensión fuera de ellas tanto en los alumnos como en los profesores y trabajadores.
P.- ¿Se ofrece una atención religiosa?
R.- Sí, es uno de nuestros principales objetivos. No nos limitamos a las clases de religión y ética dentro de las aulas. Intentamos también desarrollar esa dimensión fuera de ellas tanto en los alumnos como en los profesores y trabajadores. ¿Cómo tratamos de hacerlo y cuál es la forma de plasmarlo? Por medio de la catequesis de iniciación cristiana para los que no han recibido alguno de los sacramentos; con convivencias espirituales de una jornada fuera de la CDN para todos los cursos; organizando seis convivencias vocacionales para jóvenes de la CDN y de Cartago que desean conocer la vivencia de los agustinos recoletos; retiros, encuentros de promoción juvenil… Este año tenemos dos novedades: la primera es la inserción de dos frailes en las aulas del colegio con la temática de los valores y la segunda es el nombramiento de un religioso como coordinador y responsable de toda la pastoral a nivel institucional.

P.- ¿Cuál es la labor de los agustinos recoletos?
R.- El religioso recoleto en la CDN tiene una inmensa labor de escucha y acompañamiento a los jóvenes. Somos seis frailes que nos reunimos cada semana a nivel institucional para administrar, dialogar, proyectar, ejecutar y armonizar planes que redunden a favor de los muchachos a través de las grandes áreas como son la académica, pastoral, psicosocial, administrativa y deportiva-cultural. Además en lo espiritual atendemos a muchas personas cercanas a la Institución. Acompañamos a nuestros hermanos de la Fraternidad Seglar agustino-recoleta, a un grupo de matrimonios; en fin, también echamos una mano en la administración de bautismos, confesiones, matrimonios, unción de los enfermos. Lógicamente muchas áreas las coordinamos con voluntarios y con profesionales en la especialidad correspondiente: finca, colegio, psicopedagogía.

P.- ¿Podría describirnos brevemente la educación académica y técnica que se ofrece en la Ciudad de los Niños?
R.- En el transcurso de los seis años que comprende la secundaria en el “Colegio Técnico San Agustín–Ciudad de los Niños”, en sus tres primeros años el joven va descubriendo sus habilidades en la parte técnica por medio de los talleres que se ofrecen, a saber: electricidad, soldadura, ebanistería y agropecuario. Los tres últimos años, el joven cursa una especialidad que lo acredita como técnico medio en agroindustria, electricidad y las mecánicas de precisión o automotriz. En la parte académica, y por ser una institución católica, podría subrayar como diferente la formación en valores, religiosa y el tinte agustiniano. En colegio es una experiencia nueva, que no ha sido fácil de consolidar. Tuvo su génesis en 2007, respondiendo a las necesidades del perfil de los jóvenes que ingresaban y egresaban en ese tiempo.

P.-¿Podría valorar el rendimiento escolar?
R.- Hasta el año pasado no hemos tenido los primeros bachilleres –área académica- y técnicos medios en automotriz. El rendimiento fue sobradamente satisfactorio si tenemos en cuenta que de 18 jóvenes que llegaron a décimo segundo, 15 ganaron el académico y 14 el técnico.

P.- ¿Qué objetivos y responsabilidades tienen las familias de los albergues?
R.- Muchas de las formadoras en aspectos humanos –las llamadas “doñas” tienen la responsabilidad de acompañar al joven, supervisar su aseo, el cumplimiento del horario, la oración, etc. con el objetivo de que el joven adquiera hábitos de estudio, valores compartidos, trabajo en equipo, etc. Lo que yo he visto es que, conforme el joven pasa tiempo en el albergue, se va construyendo un ambiente familiar, cordial, y comienza a entablarse una relación solidaria y de escucha entre el joven y la doña.

P.- ¿Qué proyectos tienen para el voluntariado?
R.- El voluntariado lo forman personas solidarias que quieren compartir su tiempo con los jóvenes. El voluntario o la voluntaria llega a la CDN con una intuición y sensibilización de lo que es esta institución. Así que los proyectos los individualizamos de acuerdo a las características humanas, profesionales y de tiempo que ellos traigan, para entre todos crear un proyecto que redunde en beneficio del joven.

P.- ¿Podría describir el trabajo realizado por los voluntarios?
R.- Si medimos el resultado por la cara de felicidad de los muchachos, los enlaces de amistad que se crea, por la continuidad de lo que los voluntarios han sembrado en cada uno de ellos, se podría decir que la CDN es un campo ideal para el voluntariado y estamos muy satisfechos con ellos y con ellas.

P.- ¿Cómo se financia la Institución?
R.- La CDN se financia de tres formas. Una es la donación en especie o efectivo. También están los recursos que genera la misma institución con los trabajos y el taller de producción. Aquí podríamos agregar que la finca, con sus 40.000 pollos, la lechería, el ganado de engorde, los cerdos, las gallinas ponedoras, etc. generan los recursos propios. Finalmente, el mayor porcentaje de ingresos los financia el Estado por medio de impuestos, acuerdos con ministerios, leyes que conceden financiamiento a instituciones de bienestar social de Costa Rica, etc.

P.- ¿En qué medida apoya la Orden económicamente?
R.- Muchísimo. Con apoyo de la Orden se han construido los anexos a las cuatro residencias con un apartamento para los dones y doñas y servicios sanitarios y lavandería para 50 muchachos en cada una. Además se acaba de remodelar, equipar y modernizar la cocina general, se acaban de adquirir dos microbuses. Se ha equipado la sala de juegos con tres mesas de billar, ping pong, cuatro futbolines… Se equipó cada albergue y residencia con balones y se han adquirido bastantes implementos deportivos. También nos han ayudado para adquirir el equipo de cocina para todos los albergues: utensilios de cocina, ollas, platos, vasos, percoladores, planchas… La fotocopiadora, el vídeo, dos equipo de sonido para el colegio, 250 sillas y 50 mesas de estudio para las residencias, materiales y productos para la formación y enseñanza en los talleres… Es tanta la ayuda que seguro me dejo algo.

P.- ¿Qué proyectos tienen para el futuro?
R.- Equipar con mobiliario dos laboratorios de cómputo, 40 computadoras y servidores, video, aires acondicionados, computadoras portátiles. Necesitamos once televisores para las residencias y los albergues, nuevas herramientas para el taller de electrotecnia de undécimo y duodécimo año. También está en proceso equipar a cada albergue y residencia con una lavadora y secadora industriales y la construcción del edificio de administración, con cerca de 16 oficinas