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El prior general preside en Bogotá y en Lima las reuniones para la unión de las provincias de la Orden

Las comisión para la unión de las provincias de Nuestra Señora de la Candelaria y Nuestra Señora de la Consolación y la comisión para la unión de las provincias de Santo Tomás de Villanueva, Santa Rita de Casia y San José han nombrado subcomisiones de trabajo, han establecido una hoja de ruta para llegar a la unión en 2018 y han enviado un mensaje a los hermanos.

El 55º Capítulo general que se celebró en Roma del 3 al 26 de octubre de 2016 determinó que la Orden se organizara en cuatro provincias. Siguiendo las decisiones capitulares, el Prior general, Miguel Miró, nombró tres comisiones con el fin organizar el proceso de unión, preparar un proyecto de reestructuración de las provincias y elaborar un Proyecto de vida y misión de las nuevas realidades provinciales para presentarlo al próximo capitulo provincial.

Reunión en Bogotá y encuentro del prior general con los religiosos de Colombia

Del 17 al 19 de enero n la nueva curia provincial de Bogotá se reunió bajo la dirección del Prior general la Comisión para la unión de las provincias de Nuestra Señora de la Candelaria y de Nuestra Señora de la Consolación. Forman parte de esta comisión los dos priores provinciales –Albeiro Arenas y José María Aguerri– y otros seis religiosos responsables del apostolado, la formación y la economía de cada una de las provincias.

Se nombraron cuatro subcomisiones: parroquias y misiones; apostolado educativo; espiritualidad, formación y vocaciones y economía. Estos grupos de trabajo estarán coordinados por los miembros de la comisión.

La Comisión ha enviado un Mensaje a los religiosos de las dos provincias, en él se destaca: “Tenemos claro que una provincia, “parte jurídica de la Orden”, no lo es todo. Pero queremos aprovechar la coyuntura y ver en todo este trabajo una disponibilidad de crear una nueva estructura humana y jurídica, a la que le demos vida y que nos permita recuperar lo más evangélico. En definitiva, comenzar a pensar como una provincia unida. Se nos plantea, pues, un interrogante: ¿cómo articular un grupo humano tan diverso en un proyecto común marcado por el LV Capítulo General?. Es un reto para todos”.

El Prior general tuvo dos encuentros, los días 20 y 23 de enero, con los religiosos de Colombia. Expuso la experiencia de comunión que supuso el capítulo general, escuchó a los hermanos y les animó a tener amplitud de miras y a sentirse felices por ser agustinos recoletos.

Reunión en Lima de la comisión para la unión de las provincias

Del 25 al 27 de enero en el teologado Santa Rita de Lima se reunió, presidida por el Prior general, la comisión para la unión de las provincias de Santo Tomás de Villanueva, Santa Rita de Casia y San José. Forman parte de esta comisión los tres priores provinciales –Carlos María Domínguez, Nicolás Pérez Aradros y Daniel Ayala­– y otros seis religiosos.

Se nombraron seis subcomisiones: vocaciones y juventud; espiritualidad, formación inicial y permanente; apostolado ministerial y misiones; apostolado educativo; economía, y medios de comunicación social. Estos grupos de trabajo estarán coordinados por los miembros de la comisión.

La Comisión ha enviado un Mensaje lleno de esperanza a los hermanos de las tres provincias: “Queremos secundar la acción del Espíritu, verdadero protagonista por revelarnos el designio y sueño de Dios para nuestra Orden. Somos conscientes que los desafíos y horizontes que se nos abren son ilusionantes y generadores de vida, pero no somos menos conscientes de las dificultades y piedras que podemos encontrar por el camino. Nada nos puede frenar en el empeño de ser aquello a lo que Dios nos llama en este momento concreto de nuestra historia: testigos y constructores de comunión”.

En el mismo Mensaje aplican a la Orden las palabras del Papa Francisco: “Estamos llamados a construir y reconstruir, sin desfallecer, caminos de comunión, a construir puentes de unión y superar las barreras que nos separan”. Proponen como herramientas para construir la comunión: memoria agradecida, espíritu de fe, amor misericordioso, esperanza, diálogo, testimonio.

Concluyen el Mensaje con estas palabras: “Es tiempo de preguntarse: ¿con qué cuento yo para construir y sembrar comunión? ¿Qué me pide Dios en este momento crucial de nuestra Recolección? ¿Qué estoy dispuesto a dar? Todos somos importantes, los hermanos enfermos ofreciendo sus padecimientos por los frutos de la unión de las provincias; los ancianos contribuyendo a mantener viva la memoria agradecida de nuestra historia, iluminándonos con la sabiduría que traen los años y la experiencia; los jóvenes contagiándonos su entusiasmo y ayudándonos a mirar sin prejuicios hacía “lo nuevo” que Dios quiere hacer. Los religiosos con más años de profesión, aportando madurez, generosidad y entrega, y todos, sintiéndonos protagonistas de esta historia que Dios quiere escribir a través de nosotros, sus deficientes instrumentos, pero escogidos por El para ser sus testigos de comunión”.

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