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Mensaje conjunto de las órdenes agustinianas

agustinos

Orden de San Agustín (OSA), Orden de Agustinos Recoletos (OAR) y Orden de Agustinos Descalzos (OAD)

Ved qué dulzura, qué delicia convivir los hermanos unidos (Salmo 132)

Con una sola voz, queremos alabar juntos al Señor por la gracia de la presencia viva del Carisma agustiniano en el corazón de la Iglesia. En nombre de las tres Órdenes enviamos este mensaje a todos los hermanos para haceros partícipes de cunto el Señor nos impulsa a realizar juntos.

El pasado 14 de febrero de 2020, fiesta de los Santos Cirilo y Metodio, los tres Consejos Generales de los Agustinos, Agustinos Recoletos y Agustinos Descalzos nos reunimos en la Curia general de la Orden de San Agustín. En un clima cordial de comunión y fraternidad, compartimos iniciativas, eucaristía y mesa fraterna.

Somos conscientes de la gran riqueza que el carisma agustiniano, en sus diversas expresiones, puede ofrecer a todos y a la Iglesia. Gracias a nuestra presencia en tantos lugares del mundo, podemos contribuir de modo significativo y único a la nueva evangelización y responder a los retos del tiempo presente. A través de nuestra espiritualidad, fundada en la interioridad, en la oración comunitaria y en la vida fraterna, podemos ofrecer al hombre de hoy un testimonio gozoso de fe, de servicio y de amor.

Hemos decidido emprender juntos un camino de comunión, reconociendo y compartiendo la riqueza de las experiencias maduradas en cada una de nuestras familias, para reflexionar juntos sobre temas que cuestionan hoy a nuestras comunidades, para responder a los signos de los tiempos y para proponer iniciativas concretas de formación y de trabajo. Con esta finalidad de reflexionar, programar y celebrar juntos, los tres consejos generales nos reuniremos, al menos, dos veces al año. Queremos hacer nuestro el reto de descubrir la profecía a la que estamos llamados para vivir como agustinos consagrados según el estilo propio de cada uno.

Queremos animar a los hermanos, presentes en los lugares donde coinciden comunidades de la familia agustiniana, a continuar o establecer estos encuentros de reflexión y celebración para que crezca siempre más en todos el espíritu de familia. Estamos seguros de que esto responde al deseo de muchos de vosotros.

Que Nuestra Señora de la Consolación, Madre y modelo de la vida consagrada agustiniana, san Agustín y todos los Santos agustinos nos ayuden a vivir con gozo en comunión fraterna, con una sola alma y un solo corazón orientados hacia Dios, y motiven y alienten nuestra misión y labor pastoral de evangelizar desde el propio carisma agustiniano recibido, “para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra”.

Roma, 19 de febrero de 2020.