Religiosos, religiosas y laicos compartieron la alegría de la vocación y sus singularidades en un congreso virtual organizado para familias por la Parroquia Santa Rita de Madrid.
El Sínodo de los Jóvenes celebrado en 2018 indicó que «la familia sigue siendo el principal punto de referencia para los jóvenes». En todo los sentidos, la familia sigue siendo el espacio seguro donde los jóvenes se refugian, aprenden, se educan, se enriquecen y se hacen a sí mismos. Por eso, es también el lugar propicio donde se siembra la fe y germina la vocación cristiana. Tomando esto como referencia, la Parroquia Santa Rita de Madrid (España), administrada por los Agustinos Recoletos, organizó del 24 de abril al 1 de mayo el Congreso virtual ConVocación dirigido a las familias de su entorno. El objetivo: generar un espacio de reflexión para las familias en torno a la vocación cristiana.
Dice la encíclica Evangelii Nuntiandi de Pablo VI que «el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros». Con esta idea en mente, el encuentro virtual ha contado con la participación de religiosos y religiosas de diferentes congregaciones, así como laicos. El equipo de pastoral de la parroquia planteó esta actividad como una oportunidad de compartir algunas de las múltiples forma que tiene Dios para llamar a las personas. Más de medio centenar de personas se inscribieron en el seminario y más de 100 llegaron a ver algunas de las ponencias, todas retransmitidas por medios telemáticos en internet.
La vocación es fundamental, aunque más aun es dialogar sobre ello y compartir la propia experiencia. Las familias participantes, que en su gran mayoría acuden todos los domingos a la eucaristía dominical, han podido conocer de primera mano los testimonios de personas a las que Dios les ha cambiado la vida. Y ese cambio se puede dar en la propia familia, porque es ahí donde la fe comienza a cultivarse. Más de ocho horas de compartir en redes, más de diez historias de vocación se entretejieron para conformar este bonito espacio de encuentro.
Diez historias apasionantes
ConVocación comenzó el 24 de abril, con la eucaristía de apertura y la primera de las charlas: la familia Callejón de Lara explicaron cómo aman y viven su vida como familia bajo el título «Son tres los que se casan…. y nueve de familia». El 26 de abril se abordó la vocación contemplativa. Monjas de Clausura comentaron cómo a Dios con su ejemplo de vida, dedicándose solo a Él. Fue una charla alegre, cercana, en donde las Monjas se mostraron disponibles a responder a las preguntas de cada persona.
En el encuentro del día 27 de abril se puedo ver a tres mujeres misioneras que viven con alegría su entrega, trabajo y misión en servicio del Reino. Desde Brasil, México y Filipinas, tres jóvenes agustinos recoletos compartieron su testimonio vocacional el 28 de abril. Jesús Emmanuel, Jovy Gallego y Jorge Quiroz desgranaron cómo viven su consagración en las diferentes partes del globo. La semana se cerró el 29 de abril con el testimonio de la monja agustina Carolina Blazquez, priora del Monasterio de la Conversión. La consagrada utilizó la analogía de Dios como pintor que comparte con su creación la vocación. El congreso se cerró con la hora santa vocacional, que contó con la música de Pablo Sanz, y la eucaristía de cierre, presidida por el párroco agustino recoleto José Alberto Moreno.