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Dos nuevos sacerdotes agustinos recoletos en Filipinas

Robin Ross Plata y Virgilio Calalang recibieron la ordenación sacerdotal en la solemnidad de San Agustín, el pasado 28 de agosto.

Robin Ross Plata y Virgilio Calalang han dado un paso muy importante en su camino vocacional. Los dos agustinos recoletos fueron ordenados sacerdotes el pasado sábado 28 de agosto de 2021, en la Solemnidad de San Agustín. Los jóvenes recibieron la ordenación en la celebración celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación.

Mons. Oscar Jaime L. Florencio, Obispo del Arzobispado Militar de Filipinas, presidió la eucaristía e impuso sus manos sobre los nuevos sacerdotes. El Prior provincial de la Provincia San Ezequiel Moreno, Dionisio Selma, concelebró la celebración junto con una decena de religiosos agustinos recoletos..

Tras los largos años de formación en el seminario, los dos jóvenes fueron consagrados solemnemente al rango presbiteral. Manteniendo las medidas de prevención del COVID-19, la celebración solo contó con la asistencia de los padres y familiares de los ordenandos y algunos religiosos y hermanas agustinas recoletos de distintas comunidades.

Mons. Oscar Jaime Florencio se dirigió a los ordenandos en su homilía: «Virgilio y Robin, seréis configurados en Cristo en virtud de esta ordenación. Por la imposición de manos seréis enviados como Cristo en medio de su rebaño. Por lo tanto, compartiréis el sacerdocio de Cristo, el Buen Pastor. Quiero desafiaros, mis queridos ordenandos, a ser los buenos pastores». 

El santo obispo también subrayó que deben tener las cualidades del Buen Pastor, que conoce a las ovejas, que las lleva a buen puerto y que da la vida por ellas. Estas características se encuentran en Cristo, pues Él es el Buen Pastor. Por último, el buen obispo les invitó a rezar sin cesar, especialmente las oraciones de la Iglesia (la Liturgia de las Horas) que santifica las horas del día.

Después de la ordenación, Robin Ross Plata pronunció su mensaje de agradecimiento al extender su más profunda gratitud a Dios, a sus padres, familiares, benefactores, amigos, equipo de formación, a los hermanos y a la Orden mientras decía firmemente: «Es una gracia y es Dios quien nos concede esta gracia porque Él es el centro de esta ordenación».