Conmemoración de los bienhechores difuntos de la Orden

Las Constituciones de Ratisbona del año 1290 prescribieron la conmemoración de los bienhechores difuntos para recordar ante el Señor a las personas que de un modo u otro hubiesen ayudado a la Orden en sus obras y actividades. Hasta el 1672 esa conmemoración estuvo unida a la de los familiares difuntos de la Orden, pero en ese año se creó una conmemoración específica para los bienhechores difuntos, que habría de celebrarse el 7 de julio, mientras que la de los religiosos difuntos se trasladó del 7 de julio al 14 de noviembre. Pío X la trasladó al 8 de julio; y la reforma del 1975, al 10 de octubre. Desde 2002 se celebrará en este día 13.