Sal 118: Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

Jb 42, 1-3. 5-6. 12-16: Ahora te han visto mis ojos; por eso, me retracto.

Lc 10, 17-24: Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.

Comentarios de san Agustín a las lecturas

Memoria: Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia


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