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400 años de devoción a la Virgen del Carmen en Filipinas

Manila celebró con gran devoción el 400 aniversario de la llegada de la Virgen del Carmen a Filipinas. Miles de personas acompañaron a la venerada imagen en su procesión fluvial, en la misa solemne presidida por Mons Romulo Valles, presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, y en la peregrinación en la que la Virgen del Carmen se encontró con el Señor Nazareno de Quiapo

La imagen de la Virgen del Carmen (Our Lady of Mount Carmel) llegó por primera vez a Filipinas a través de las aguas hace 400 años, con el tercer grupo de misioneros agustinos recoletos. La imagen, un regalo de las monjas contemplativas de México a los Agustinos Recoletos, llegó al país el 4 de mayo de 1618. Por lo tanto, era apropiado que la celebración del 400 aniversario de su llegada también comenzara en las aguas, en una recreación de la llegada de la imagen y la cálida recepción de ella por parte de los nativos filipinos.

A las 4 a.m. del pasado 4 de mayo pasado, viernes, la imagen de la Virgen del Carmen fue colocada a bordo de un buque blanco de la Guardia Costera filipina, el BRP CAPONES, y desfiló por las tranquilas aguas de la Bahía de Manila. Curiosamente, la celebración tuvo lugar también el primer viernes de mayo, como el 4 de mayo de 1618, cuando la imagen fue traída por primera vez por los misioneros agustinos recoletos al país.

Antes de que la imagen se montara en el barco, el Concejo Juvenil Parroquial Arquidiocesano de Nuestra Señora de Loreto realizó una presentación de danza y la Rondalla de San Sebastián tocó canciones marianas. También se tocó el himno nacional de México, en referencia a las raíces mexicanas de la imagen.Cuando la imagen partía a bordo del buque de la Guardia Costera, la soprano Althea de Guzmán, de la parroquia de Nuestra Señora de Loreto, cantó O Sanctissima, un himno mariano del siglo XVIII, acompañado por el violinista Noel Galinato.

El Prior provincial de San Ezequiel Moreno, Dionisio Selma, junto con el Consejero provincial Edgar Rubio, y el Rector de la Basílica de San Sebastián, Antonio Zabala, acompañaron la imagen durante la procesión fluvial. A bordo de BRP CAPONES  también había más de 120 devotos y personal de seguridad. Todos ellos rezaron, durante la hora y 15 minutos que duró la procesión, el Santo Rosario. Al atracar en el puerto alrededor de las 5:54 a.m., se cantó el himno nacional filipino.

Los religiosos agustinos recoletos que acompañaron la procesión tomaron la imagen de la Virgen del Carmen fuera de su vidrio envolvente y permitieron a algunos devotos besar la sagrada imagen de María.

Desde allí, los Hijos del Nazareno montaron la imagen en su carroza, y comenzó la procesión de pies hacia la cercana Quirino Grandstand, donde tuvo lugar la multitudinaria eucaristía.

 

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La Virgen del Carmen y el Nazareno Negro: María y Cristo

Después de la Solemne Eucaristía comenzó la ‘Traslación’ (‘traslado’, en tagalo) a la Basílica de San Sebastián, pasando por la Iglesia de Quiapo, donde es venerado el Nazareno Negro. Allí tuvo lugar el espectacular encuentro entre la Virgen del Carmen y el Nazareno Negro de Quiapo, culmen de la procesión a pie de regreso a la Basílica donde reside culto la imagen carmelita.

La ‘Traslación’, de cuatro kilómetros, atrajo a miles de devotos, lo que provocó que las autoridades cerraran las principales vías durante unas horas para dar paso a la procesión. Desde Intramuros, serpenteó por las calles de la ciudad, pasando por la Iglesia de Quiapo, donde el Nazareno Negro fue sacado por los devotos para realizar el ‘Salubong’: la tradición filipina que recrea el encuentro de María con Jesús Resucitado.

Cada 9 de enero, fiesta del Nazareno de Quiapo, ocurre precisamente lo contrario: la imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo es sacada de la Iglesia de San Sebastián para «encontrarse» con la imagen del Nazareno Negro, enmarcado en el Calvario, en una tradición llamada ‘Dungaw’. La tradición se revirtió esta vez cuando la Madre tomó la Traslación y el Hijo salió a su encuentro.

Al llegar a la Iglesia de Quiapo, la Virgen fue saludada con música religiosa de un tambor y cornetas. En el balcón de la iglesia había niñas vestidas con trajes angelicales que recibieron a María con flores y sosteniendo las letras mayúsculas de AVE MARIA.

Mientras se cantaba el himno de «Nuestro Padre Jesús Nazareno» de Lucio San Pedro, apareció la imagen del Nazareno Negro a pocos metros de distancia de Nuestra Señora. Los devotos vitorearon y aplaudieron. Fue un momento espectacular entre la Virgen del Carmen y el Nazareno Negro: dos imagenes icónicas y profundamente veneradas, que inspiraron la piedad y la devoción de Filipinas, de generación en generación.

También fue un momento de orgullo para la Orden de Agustinos Recoletos, la misma Orden misionera que trajo al país las dos imágenes de Our Lady of Mount Carmel y Black Nazarene, las dos grandes devociones de Quiapo.

La ‘Traslación’ continuó su camino hasta llegar a la Basílica de San Sebastián. Las campanas sonaron y los devotos que habían estado esperando, estallaron en aplausos cuando la Virgen del Carmen apareció en los alrededores de la Basílica de San Sebastián.

La devoción que llevaron los Agustinos Recoletos a Filipinas

Hay un aspecto común en la devoción al Nazareno Negro de Quiapo y la Virgen del Carmen: ambos fueron traídos a suelo filipino por los misioneros agustinos recoletos del siglo XVII.

El tercer grupo de misioneros recoletos recibió la la Virgen del Carmen como regalo de las monjas Carmelitas Descalzas de la Ciudad de México, antes de su partida.

Los Agustinos Recoletos primero albergaron la imagen del Carmen en su convento de San Juan de Bagumbayan. Tres años más tarde, en 1621, fue llevada a la entonces recién construida Iglesia de San Sebastián, en Quiapo. La Iglesia de San Sebastián, de piedra y ladrillo, fue inaugurada con la imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo el 5 de mayo de 1621. Durante los siguientes 200 años, la Iglesia de San Sebastián se convirtió en el único santuario y centro de devoción carmelita en el país.

La imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo soportó incendios, saqueos y tres fuertes terremotos mientras estaba alojada dentro de la Iglesia de San Sebastián. (Los terremotos ocurrieron en 1645, 1863 y 1880). Como solución, los Agustinos Recoletos erigieron lo que hoy se conoce como la primera iglesia de acero de toda Asia, a prueba de terremotos, para la Virgen del Carmen.

La imagen de la Virgen del Carmen fue coronada canónicamente el 15 de agosto de 1991 como signo de la devoción milenaria del pueblo filipino hacia Ella.

Hay tres parroquias fundadas por los Agustinos Recoletos bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo:Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Balilihan, Tagbilaran City; Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en Cebu City; yParroquia de Nuestra Señora del Carmen, en Tagana-an, Surigao del Norte.

Información: Agustinos Recoletos Filipinas

Imágenes: Maricar Santos

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