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Cuadernillo para la celebración de la Vigilia de Pentecostés

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INDICACIONES PREVIAS

  • En un lugar visible del templo debe estar ya colocado y adornado el Cirio Pascual, junto a él deberá ponerse un recipiente con agua y otro con sal, igualmente adornados.
  • Se deberá pedir o proveer a todos los asistentes una vela

Monitor:

El Espíritu Santo llama… el Espíritu sigue creando, dando vida e inquietando corazones con la misma novedad que antes del tiempo hacia emerger de la nada los primeros elementos y con la misma fuerza con la que encendía los temerosos corazones de 12 discípulos, que en torno a María, serían luego apóstoles y testigos de un Cristo vivo, de ojos abiertos y corazón palpitante.

Hoy el Espíritu Santo nos llama a congregaros nuevamente, en torno a María, para recibir la fuerza y la alegría del Hijo resucitado.

Pidamos al Padre y a Jesucristo, que a imitación de María y los apóstoles, seamos receptivos al Espíritu que siempre esta viniendo, que siempre quiere transformar nuestras vidas y llenarlas de sentido. Para que seamos capaces de demostrar nuestro amor por Cristo siguiendo sus pasos e imitando su entrega amorosa.

Canto de invocación al Espíritu Santo: Athenas – Espíritu Santo 

(El sacerdote entra en procesión)

RITOS INICIALES

Sacerdote: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén

Sacerdote: Bienvenidos, hermanos a esta vigilia de Pentecostés. Hace cincuenta días celebrábamos gozosos la victoria de Cristo sobre la muerte, hoy celebramos que el Padre y Cristo mismo nos han hecho partícipes de esta victoria al regalarnos su Espíritu Santo. Abramos nuestro corazón a la fuerza renovadora del Espíritu y pidamos la valentía para responder generosos al llamado que nos hace a cada uno de nosotros.

RITO PENITENCIAL

Sacerdote: Para disponernos mejor a la actuación del Espíritu en nosotros pidamos perdón por nuestras faltas de amor a Dios, a nosotros y a nuestros hermanos.

(Se deja un breve momento de silencio)

Lector 1: Por todas las ocasiones en que hemos cerrado nuestros ojos a las injusticias y hemos puesto nuestra mirada en cosas que nos distraen o nos mantienen pegados a un dispositivo electrónico.

Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.

Lector 2: Por las veces en que hemos tapado nuestros oídos para no escuchar las voces de los que sufren y piden nuestra ayuda.

Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.

Lector 3: Por todas las veces que nuestro egoísmo y soberbia no han propagado el buen olor de Cristo.

Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.

Lector 4: Por todas las ocasiones en que nuestra apatía y pereza no dan sabor al mundo.

Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.

Lector 5: Por las veces en que nuestras manos han servido a la destrucción y no a la construcción de una civilización del amor.

Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.

Sacerdote: Dios, rico en misericordia, atiende las súplicas que te hemos dirigido y aquellas que, aunque presentes en nuestra mente y nuestro corazón, no nos atrevemos a elevar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos: Amén

Monitor: La Palabra de Dios, nos ilumina y nos anima a vivir conforme al Espíritu que recibimos en nuestro bautismo y que hoy pedimos nuevamente. Escuchémosla con atención para que cale en nuestros corazones.

Liturgia de la Palabra

De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas (5,16-25)

Hermanos: Los exhorto a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.

Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre: la lujuria, la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería, las enemistades, los pleitos, las rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones, las discordias, las envidias, las borracheras, las orgías y otras cosas semejantes. Respecto a ellas les advierto, como ya lo hice antes, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios.

En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría, la paz, la generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas.

Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con sus pasiones y malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu.

Palabra de Dios.

(Se deja un momento en silencio para la reflexión personal)

Canto: Azeneth González – Espíritu Santo

Monitor:

Desde la creación del mundo, el Espíritu Santo se ha hecho presente al hombre de múltiples formas y a través de diversos signos; en cada uno de ellos descubrimos la creatividad amorosa con la que Dios actúa para dar plenitud a nuestra vida. Hay tres signos eminentes que nos recuerdan algunas de las cualidades del Espíritu Santo; estos son, el fuego, el agua y la sal. Con gestos visibles, mostremos que queremos vivir la aventura de dejar que el Espíritu guíe nuestros pasos, encaminándolos hacia Cristo.

Sacerdote:

A través de los signos que aquí podemos contemplar, queremos disponernos. Dios Padre y Dios Hijo, para recibir el Espíritu que de ustedes procede. Queremos reavivar el deseo de vivir en ti y para ti. Queremos descubrir nuestra vocación y hacerla fructificar en el servicio a nuestros hermanos.

(Mientras un joven enciende el Cirio Pascual)

Lector 1: Al encender este Cirio Pascual, te pedimos. Dios Espíritu Santo, que sigas iluminando nuestro camino y encendiendo nuestros corazones, para ser cristianos valientes que vivan los valores del evangelio; para que, como María, mujer siempre atenta a tu voz, seamos dóciles a tus inspiraciones y seamos generosos para responder al proyecto que has pensado para nuestra realización plena.

Monitor: Como signo de nuestra intención de dejarnos iluminar por el Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo, tomaremos nuestra vela, y quien guste puede acercarse al Cirio pascual para recibir su luz y su calor y prender la propia vela. Posteriormente regresamos a nuestro lugar (se hace mientras el canto).

Canto: Grupo Emmanuel – Eres la luz 

(Una vez que todos han regresado a sus lugares)

Lector: Para vencer nuestros miedos Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos

Lector: Para esclarecer nuestras dudas Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos

Lector: Para dejar atrás la angustia Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos

Lector: Para ser reflejo de tu amor Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos

Lector: Para ser guía que lleve hasta ti Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos

Monitor: Una vez que la luz física ha dado paso a la luz espiritual podemos apagar nuestra vela.

Lector: También desde tiempos inmemoriales, el agua ha sido signo de vida y pureza. Cristo, a través del Espíritu Santo, ha concedido a este elemento todavía más poder al hacerlo signo de una vida y una pureza mayores: la vida como hijos de Dios y la pureza de la santidad. Pidamos a Dios que nuestras acciones sean como el agua que brota hasta la vida eterna.

Monitor: De igual modo que recibimos la luz, acerquémonos para recibir el agua, signo de la pureza de corazón y de la vida que queremos trasmitir a los demás.

(Se puede hacer una fila frente al recipiente que contiene el agua, y mientras está el canto el sacerdote toca con el hisopo, previamente sumergido en el agua, la frente y las manos de los asistentes; posteriormente regresan a sus lugares. Se hace mientras el canto)

Canto: Hermana Glenda (Cover: Yuli & Josh) – Tú eres el agua viva

Lector: Para vencer el pecado Todos: Limpíanos, Dios Espíritu Santo

Lector: Para superar la soberbia Todos: Limpíanos, Dios Espíritu Santo

Todos: Limpíanos, Dios Espíritu Santo

Lector: Para mirar con los ojos de Jesús Todos: Limpíanos, Dios Espíritu Santo

Lector: Para que nuestras manos acaricien y no golpeen Todos: Limpíanos, Dios Espíritu Santo

Monitor: Por último, Jesucristo nos ha llamado a dar sabor al mundo; nos ha invitado transformar la realidad sin perder la propia esencia. La sal no solo da sabor a los alimentos, sino que los preserva de la corrupción. Como cristianos, es también esa nuestra misión: hacer que nuestras actividades cotidianas tengan el sabor de Cristo y preservar a quienes nos rodean de la corrupción de la tristeza y la apatía.

(De igual modo, se hace una fila frente al recipiente con sal, y el sacerdote con una cucharilla pone un poco se sal en la palma de la mano de los asistentes, para que ellos se la puedan llevar a la boca. Se hace mientras el canto)

Canto: Brotes de olivo – La sal y la luz 

Lector: Para que preservemos de la tristeza a quienes nos rodean Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo

Lector: Para que llevemos esperanza a los decaídos Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo

Lector: Para que demos nuevos bríos a los cansados Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo

Lector: Para que reanimemos a los apáticos Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo

Lector: Para que alegremos a los aburridos u Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo

Sacerdote:

Señor, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, te damos gracias por este momento de especial cercanía contigo. Gracias por nuestros jóvenes. Sé para ellos fuerza, luz, pureza y sabor. Hazlos valientes para ser testigos de Cristo, para que sean callejeros de la fe. Para que su creatividad y energía hagan presente tu palabra en los lugares donde solamente ellos llegan. Pero también. Dios nuestro, presérvalos de todo peligro, aléjalos de los vendedores de muerte y hazlos capaces de vencer todo mal a fuerza de bien.

Y ustedes jóvenes ¡No tengan miedo a abrir las puertas a Cristo y a su Espíritu! Dios nunca abandona. Dios llena de sentido la vida de quien se deja conducir con él. Dios busca más que tú mismo tu felicidad. ¡Atrévete como María a decir que sí, y si lo amas, síguelo!

Inclinen su cabeza para recibir la bendición:

El Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellos el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.

Todos: Amén.

Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con su claridad.

Todos: Amén.

Sacerdote: Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había dividido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así poder pasar de la esperanza a la plena visión.

Todos: Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre Ustedes y permanezca para siempre.

Todos: Amén.

Canto: JAR Chihuahua – Es como un río

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