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El Curso de Renovación para Europa ahonda en la “revitalización y reestructuración” de la Orden

Al menos cada diez años, la legislación de los agustinos recoletos invita a que todos los religiosos participen del llamado “Curso de Renovación”, uno de los principales momentos de formación permanente, que el Secretariado General de Formación organiza por continentes (América, Europa y Asia) para facilitar la participación de los religiosos.

El pasado 24 de junio comenzaba una nueva edición de este curso en Europa. Excepcionalmente, esta vez se organizaba en Roma, al celebrarse el primer centenario de la declaración de los recoletos como Orden por parte del papa san Pío X (1912). Los 23 religiosos participantes procedían de siete de los 19 países donde está presente la Orden: Colombia, España, Inglaterra, Filipinas, México, Italia y Brasil.

Cuatro semanas

El Curso lo inauguró el lunes día 24 José Ramón Pérez, vicario general. Además de dar la bienvenida a todos en nombre del Prior General, ausente en Estados Unidos por razones de oficio, fray José Ramón destacó la importancia y oportunidad del tema del Curso, “Revitalización y Nueva Evangelización”, que es la común materia de reflexión en toda la Orden este año 2013.

Los dos primeros apartados del tema, referidos a la revitalización, corrieron a cargo de dos de los miembros del equipo. Durante día y medio, Enrique Eguiarte desgranó las pautas agustinianas de la revitalización. Y lo propio hizo, el día 26, Pablo Panedas en relación con el carisma recoleto. Completó la semana (días 27 y 28) Ángel Martínez Cuesta, historiador agustino recoleto a quien correspondió presentar a los hermanos de hábito protagonistas de la revitalización de la Orden hace 100 años.

La segunda semana, del 1 al 7 de julio, se dedicó por entero al otro término del binomio temático, la Nueva Evangelización. El desarrollo le correspondió casi por entero al estudioso dominico Jesús Ángel Barreda, profesor ordinario en la Universidad Urbaniana del Vaticano y reconocido especialista en esta materia. El viernes día 6 lo completó con una mira más práctica Jairo Gordillo, tercer miembro del equipo, quien se encargó de hacer la aplicación a la propia Orden de Agustinos Recoletos.

El tema protagonista de la tercera semana era la lectio divina, o lectura orante de la Sagrada Escritura. Para dirigirlo se había buscado a uno de los mejores especialistas de todo el panorama internacional, el carmelita italiano Bruno Secondin, que no defraudó; al contrario, a muchos de los asistentes les abrió los ojos a este método de oración tan antiguo como tradicional. Fueron sólo tres días, porque jueves y viernes (11 y 12) estaban reservados a la intervención del Prior General, precedida de un par de sesiones (la mañana del día 11) en que el general de los escolapios, Pedro Aguado, informó con detalle sobre el proceso de revitalización que su Orden lleva adelante desde hace cuatro años.

Ejercicios agustinianos

Y quedaba la cuarta semana, que de ordinario se ha reservado para los ejercicios espirituales. La novedad consistía, este año, en la metodología empleada. En este Curso de Renovación para Europa se estrenaba el nuevo modo de ejercicios que se quiere implantar en toda la Orden, bien ceñidos a la experiencia de san Agustín y sometidos a un régimen de estricto silencio y recogimiento. Era el director fray Enrique Eguiarte, que ha redactado el guión y va a ser el principal responsable de su difusión por todas partes en los próximos años.

En fin, falta quizá lo principal, aunque esto no se pueda medir por horas de clase ni cantidad de apuntes. El hecho de que el Curso tuviera lugar en Roma ha permitido una serie de actividades y unas experiencias únicas, vividas principalmente los fines de semana. La reflexión de los días de diario se asentaba los sábados y domingos en la visita a lugares agustinianos como Ostia Antica o Tolentino y en las emocionantes eucaristías celebradas ante las tumbas de santa Mónica, santa Rita o san Pío X, en la Basílica Vaticana; o aquella del domingo 30 de junio, en el marco impresionante de la catacumba de Priscila.

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