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El grupo arquitectónico “Creactivistas” rescata la figura del agustino recoleto Lorenzo de San Nicolás

Fray Lorenzo siempre estuvo interesado en la formación de los arquitectos. Ello, unido a la falta de un manual práctico en español, le movió a escribir su tratado, “Arte y Vso de Architectvura”, publicado en dos partes, la primera en 1639 y la segunda en 1665.

El tratado tiene una clara intención docente abarcando, no solo las cuestiones teóricas de la arquitectura, sino las prácticas como los presupuestos, el uso de materiales o las responsabilidades de un maestro de obras. Para ello incluyó como ejemplo algunas de las obras que había llevado a cabo, en las que se muestran algunas innovaciones que introdujo en la arquitectura del XVII.

El tratado, criticado por su lenguaje sencillo, le valió en cambio gran popularidad en la época y, años después, en 1665 publicaría una versión ampliada y corregida del mismo.

Biografía

Lorenzo Martín nació en Madrid en 1593, siendo bautizado ese mismo año en la parroquia de San Ginés. Era hijo de María Gerbao y de Juan Martín, también arquitecto y más tarde agustino recoleto (donde profesó con el nombre de fray Juan de Nuestra Señora de la O). Tuvo tres hermanos, los cuales murieron siendo niños. Su madre también murió en Sevilla, donde la familia se había trasladado para embarcar hacia las Indias.

Después de varios traslados, Juan Martín ingresó en el convento de los agustinos descalzos de Jarandilla de la Vera (Cáceres, Extremadura), y poco después, envió al pequeño Lorenzo a Madrid a estudiar arquitectura con un maestro de obras. Cuando Lorenzo regresaba, viajaba junto a su padre, fray Juan de Nuestra Señora de O, maestro de obras de la orden.



Iglesia de San Agustín el Viejo (siglo XVII) en Talavera de la Reina, España.
En 1609, a la edad de 16 años, ingresó en la orden agustina conforme a los deseos de su padre, sin dejar de lado su formación como arquitecto. En 1635 fue ordenado sacerdote. Fue en esta época, y hasta 1656, cuando realizó la mayoría de sus obras. Sin embargo, su mayor contribución a la arquitectura del XVII fue su tratado de arquitectura “Arte y Vso de Architectvra”.

Esta obra gozó de gran prestigio entre los arquitectos de obras eclesiásticas de distintas congregaciones, como fue el caso del arquitecto capuchino fray Domingo de Petrés, quien la pidió a España (el único ejemplar que tenía su congregación) para poder consultarla en Colombia, donde desarrolló la mayor parte de su obra arquitectónica.

Sus tratados y las obras importantes que realizó le sirvieron para ser considerado un arquitecto prestigioso en España. Se le concedieron diversos títulos de honor, tales como maestro mayor de la Alhambra y de la catedral de Granada, ninguno de los cuales aceptó, aunque sí formó parte de la junta asesora de las obras de la Villa de Madrid y del Patronato Real.

Murió a la edad de 86 años, apenas cuatro años después de proyectar su última obra.

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