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Fallece el padre Gabino Areitio, promotor de la espiritualidad agustino-recoleta en Inglaterra.

Cualquiera que se encontrase con el padre Gabino se sorprendía al conocer su edad. Conservó la agilidad física y mental hasta los últimos meses de su vida. ¿Cuál fue su secreto? Según él, trabajar duro todos los días.

Fray Gabino Areitio Bereincua nació el 25 de octubre de 1915 en Durango (Vizcaya, España). A los doce años entró en el Colegio de San José de Lodosa (Navarra). Después estudió tres años de filosofía y al terminar le enviaron a Roma para hacer teología.

En 1938 llegó a tierras inglesas. Justo un año después de su llegada, estalló la Segunda Guerra Mundial. El 26 de marzo de 1939 fue ordenado sacerdote en Paignton (Devon).

Fomento de la devoción a Santa Rita

A finales de 1950, Gabino vino a Honiton como prior. Allí, junto con el padre Ernest Fry, comenzó a extender la devoción a santa Rita por todo el país. Así nació el Centro de Promoción Santa Rita. Compraron una vieja imprenta de segunda mano y la instalaron en un antiguo establo que se caía a trozos. Desde allí, durante más de 50 años, desarrollaron la devoción a la Santa de Casia. Con el paso del tiempo, llegaron a contar los devotos por miles y en muy diferentes países.

Gabino era un entusiasta admirador de las nuevas tecnologías. La oficina la tuvo siempre actualizada. Primero fue una máquina de escribir eléctrica, que en su momento reemplazaría por un procesador de textos y después por un ordenador Apple Mac que fue el primer ordenador comprado en la casa de Santa Rita.

En los años 90, se llevó a cabo también una cierta renovación montando la tienda. Primero fue una pequeña pero significativa selección de estampas y publicaciones, a petición normalmente de los bienhechores y los fieles de la parroquia local, que querían comprar sus tarjetas de misas, rosarios, felicitaciones de Navidad y de Resurrección. Al principio se instaló improvisadamente en una de las oficinas. En los últimos años tuvo que trasladarse a un local nuevo, más amplio. Ya no se hacían trabajos de imprenta, y las máquinas habían sido desmanteladas. La tienda se instaló en lo que una vez había sido el local de la imprenta.

Fue un tiempo emocionante, como cuando se comienza algo nuevo. También un periodo de gran ansiedad porque la tienda tenía que amortizarse y se necesitaban ingresos. El día de Santa Rita y los días de retiro se levantaba allí mismo una carpa, que se llenaba de gente deseosa de comprar objetos religiosos. Eran también muchos los clientes que hacían sus pedidos por carta, a los que se respondía también por vía postal. El Centro publicaba su propio catálogo anual, que se enviaba a las direcciones de la base de datos. La tienda fue enseguida solvente, y lo sigue siendo hoy.

El siguiente gran paso en el fomento de la devoción a santa Rita fue renovar la oficina. Hasta octubre del 2008 se estuvieron usando las viejas cajas y archivadores sobrantes del ejército. Entonces se decidió remodelar

completamente la oficina. Se hizo en dos meses, y además en vísperas de Navidad, uno de los períodos de mayor trabajo. Todo el equipo se trasladó a la tienda, al tiempo que se cumplimentaban los encargos navideños, respondiendo a más de 1200 cartas. La nueva oficina estuvo lista justo antes de Navidad.

El día de Santa Rita

El padre Gabino estableció la devoción a los santos de la Orden por medio de novenas. En Honiton se recibe una media de 1200 respuestas a las cartas de novenas; todas se contestan individualmente, hasta completar un total de unas 6000 respuestas al año.

Se reserva una devoción especial para la patrona de la casa, santa Rita de Casia, cuya fiesta, el 22 de mayo, se celebra cada año con mayor solemnidad. Así sucedió, por citar el último caso, en 2010, en que la celebración fue todo un éxito. Se invitó a presidir la eucaristía al abad de la cercana abadía benedictina de Buckfast, David Charlesworth. La oficina de publicaciones firmó un acuerdo con algunos periódicos católicos, que enviaron al Centro unos 300 ejemplares gratuitos. Éstos se repartieron entre todos los que acudieron a la fiesta, y con ello se consiguió que las ventas de la tienda pasaran de las 1200 libras esterlinas.