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Investigadores y estudiosos podrán acceder al renovado archivo general de la Orden

A pesar de la antigüedad de los agustinos recoletos, que nacieron a finales del siglo XVI, la documentación guardada en AGOAR es fundamentalmente moderna. La antigua les fue arrebatada, junto con todos sus conventos, en el siglo XIX, en las sucesivas desamortizaciones decretadas en diversos países a partir de 1835. Ese gran vacío ha sido en parte cubierto gracias a las fotocopias que algunos beneméritos estudiosos agustinos recoletos han ido procurándose en archivos nacionales de España, Colombia, México, Filipinas y Brasil; materiales estos que constituyen un fondo de 256 cajas.

AGOAR está formado fundamentalmente por libros, revistas y cajas de documentos referentes a la Orden y a la familia agustino-recoleta, que se custodian en seis grandes armarios compactos (cuatro de ellos de doble cara). Los libros son un total de 6.357 volúmenes, que forman una riquísima biblioteca de apoyo para cualquier investigador. El archivo propiamente tal está compuesto de 871 cajas y unos doce mil legajos, articulados en 20 secciones. Una de ellas, que abarca 33 cajas, corresponde a la sección fotográfica, y en ella se acumula una buena cantidad de fotografías, diapositivas, negativos y variados elementos en soporte digital.

Lo que cada una de estas cajas encierra, el investigador lo encuentra perfectamente pormenorizado en un banco digital de datos que en este momento ocupa cerca de 600 páginas impresas. El agustino recoleto José Javier Lizarraga, que como archivero ha tomado parte en esta remodelación, ultima la elaboración del reglamento que debe regular las visitas y consultas de los estudiosos.

Las obras

Haren Los armarios compactos El AGOAR se aloja en la Curia General, en Roma. Han sido casi once meses de trabajo, que comenzó en septiembre de 2012 vaciando por completo los locales y trasladando su contenido a otras dependencias de la casa. El 5 de octubre comenzaban las obras de albañilería para fortalecer las columnas y el suelo que sostiene el peso del archivo, situado justamente encima de la capilla abierta al público.

Ahora AGOAR consta de una sala, un vestíbulo y un cuarto de depósito. También se ha instalado un sistema de aire acondicionado y un deshumidificador que regula el grado de humedad del aire.

Los viejos armarios metálicos se han sustituido por nuevos armarios compactos que se deslizan sobre raíles. Las viejas cajas de madera artesanalmente fabricadas por los antiguos archiveros, han cedido el puesto a otras más modernas elaboradas con cartón neutro siguiendo los criterios de técnicos y expertos.

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