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La devoción a Santa Rita en Belém, patrimonio cultural e inmaterial

El Ayuntamiento de Belém do Para (Brasil) ha aprobado un proyecto de ley que declara la procesión de la santa agustina como patrimonio cultural e inmaterial

Cada 22 de mayo se repite la historia. Miles de personas salen a la calle para presenciar la multitudinaria procesión de Santa Rita que, en el día de sus festividad, recorre las calles del barrio de Queluz, en Belém do Pará. Conocida como la ‘procissão das rosas’ (procesión de las rosas), los brasileños de esta ciudad ponen ante la santa agustina toda su vida y sus propósitos, como patrona de las causas imposibles que es.

El ayuntamiento de Belém ha reconocido la importancia que tiene esta procesión para la vida social, cultural y católica de la ciudad de Brasil. La procesión de Santa Rita ha sido declarada patrimonio cultural e inmaterial de Belém. Así se hizo tras la aprobación del proyecto de ley presentado por el concejal Toré Lima.

Son muchos los motivos para esta declaración. La primera, que la devoción a Santa Rita une a los habitantes de las barrios de São Brás, Terra Firme, Canudos e Guamá en una sola procesión en Belém. La segunda, «las enormes dificultades que deben superar algunas personas» para acudir anualmente a la procesión, según dijo el concejal. En resumen, «la santa de las causas imposibles consigue reunir a miles de fieles en la parroquia de Queluz».

Cada año tiene lugar el mismo ritual: los habitantes de Belém acompañan a Santa Rita desde su salida hasta su entrada en la Iglesia de San José de Queluz. La devoción fue traída y conservada por los Agustinos Recoletos, que tienen encomendada la labor pastoral en la parroquia. Son los religiosos agustinos recoletos quienes sostienen la devoción y quienes organizan cada año la procesión de la santa que ya es patrimonio cultural e inmaterial de Belém do Pará.

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